El polémico trazado de la frontera del Mont Blanc La cima del Mont Blanc es compartida entre Italia y Francia, aunque se aprecian pequeñas diferencias según las fuentes cartográficas, puesto que los mapas del Instituto Geográfico Nacional de Francia incluyen toda la cumbre dentro de las propias fronteras, lo que contrasta con un documento del Archivo de Estado de Turín, según el cual la cima pertenece íntegramente a Italia. Tras un acuerdo bilateral firmado en 1860, el tratado de Turín, en el cual se cedía Saboya a Francia, la cima del Mont Blanc se dividió entre los dos estados, siguiendo la línea divisoria de las aguas. Junto al tratado se unió un mapa bastante impreciso, pero que mostraba claramente que la cima era compartida. Sin embargo, en 1865, el cartógrafo del ejército francés, el capitán Jean-Joseph Mieulet, publicó en su país un mapa topográfico que atribuía la cima del Mont Blanc enteramente a Francia, originando de este modo las diferencias cartográficas. En este mapa, la frontera dibuja un codo que rodea el Mont Blanc para establecer la frontera en la cima del Mont Blanc de Courmayeur. Los mapas italianos, particularmente el Atlas Sardo de 1869, muestran el mapa como en el tratado.[27] A su vez existe una orden administrativa francesa del 21 de septiembre de 1946 en la que se divide el sector de Dôme du Goûter y del Mont Blanc entre las comunas de Saint-Gervais-les-Bains, Les Houches y Chamonix-Mont-Blanc. Esta orden reparte la cumbre entre los municipios de Chamonix y de Saint-Gervais-les-Bains. A partir de 1988, una comisión mixta franco-italiana empezó a reunirse para intentar definir la frontera. En 1995, las autoridades italianas enviaron un informe a las francesas para mostrar su posición en el asunto y constatar que estas dificultades superaban el ámbito de competencia de la comisión, sugiriendo que la cuestión debía ser examinada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de ambos países. Ese mismo año, el embajador Antonio Napolitano, jefe de la delegación italiana, reivindicó para su país la propiedad de la cima, como habían hecho anteriormente cartógrafos franceses y suizos.
El Ministerio francés respondió, un año más tarde, que los mapas topográficos del tratado de 1860 fueron destruidos durante la ocupación alemana. En 1999, el gobierno italiano envíó una copia de la Convención de Delimitación entre el Reino de Cerdeña y el Imperio Francés de 1861, mientras que Francia aportó una copia fotográfica de dicho documento; ambos países se comprometieron a adaptar su cartografía oficial al trazado por el citado documento, y el subsecretario de Asuntos Exteriores italiano Umberto Ranieri afirmó que, aunque el problema sigue sin resolverse, "el objetivo no es otro que delimitar conjuntamente, en un espíritu de amistad y colaboración, el trazado fronterizo entre ambos países. Sólo sobre la base de dicho espíritu de colaboración bilateral se podrá poner fin a una anomalía cartográfica que dura ya más de una siglo". En 2000, el Instituto Geográfico Militar de Florencia, el Instituto Geográfico Nacional de Francia y los respectivos clubes alpinos de las regiones fronterizas publicaron un mapa como parte del proyecto "Alpes sin fronteras", en el que la cima aparece dividida entre los dos países, pero se siguen publicando otros mapas que presentan la cima como territorio francés.Actualmente la cuestión parece generar aún cierta polémica, sobre todo en el lado italiano, desde donde se afirma que el mapa de Mieulet -origen de la tradicional disputa- carece de valor jurídico alguno.